Investigadores en Boston han identificado una forma de intensificar el crecimiento renovado del tejido corneal humano para restablecer la vista utilizando una molécula conocida como ABCB5 que actúa como un marcador para las células precursoras limbares difíciles de identificar. Esta investigación, una colaboración entre el Schepens Eye Research Institute, Massachusetts Eye and Ear, el Boston Children’s Hospital, el Brigham and Women’s Hospital y el Sistema de Atención a la Salud de VA Boston, ofrece esperanzas a víctimas de quemaduras, víctimas de lesiones químicas y otras personas con enfermedades que dañan el ojo. La investigación, publicada esta semana en la revista científica Nature, también es uno de los primeros ejemplos conocidos de construir un tejido a partir de una célula precursora humana derivada del adulto.
Las células precursoras limbares residen en el epitelio limbal basal del ojo, o limbo, y ayudan a mantener y regenerar el tejido corneal. Su pérdida debida a lesión o enfermedad es una de las principales causas de ceguera. En el pasado, se han utilizado trasplantes de tejido de células para ayudar a la córnea a regenerarse, pero no se sabía si había realmente células precursoras limbares en los injertos, o cuántas, y los resultados no eran congruentes.
En este estudio, los investigadores pudieron utilizar anticuerpos que detectan ABCB5 para concentrarse en las células precursoras de los tejidos de donadores humanos cadavéricos y utilizarlas para reanudar el crecimiento anatómicamente correcto de córneas humanas plenamente funcionales en ratones.
«Las células precursoras limbares son muy infrecuentes y los trasplantes exitosos dependen de estas células raras», dice Bruce Ksander, Ph.D., de Mass. Eye and Ear, uno de los autores principales del estudio con el investigador posdoctoral Dr. Paraskevi Kolovou. «Este hallazgo facilitará ahora restablecer la superficie corneal. Es un ejemplo muy satisfactorio de la investigación básica que está avanzando con rapidez a una aplicación transferible».
ABCB5 fue originalmente descubierta en el laboratorio del doctor Markus Frank, del Boston Children’s Hospital, y la doctora Natasha Frank, del Sistema de Atención a la Salud VA Boston y el Brigham and Women’s Hospital, como investigadores principales en el estudio, donde se determinó que era producida por las células precursoras de tejidos en la piel y el intestino humanos. En la nueva investigación, utilizando un modelo de ratón desarrollado por el laboratorio de Frank, descubrieron que ABCB5 también se encuentra en las células precursoras limbares y es necesaria para su mantenimiento y supervivencia, y para el desarrollo y la reparación de la córnea. Los ratones que carecen de un gen de ABCB5 funcional perdieron sus poblaciones de células precursoras limbares y sus córneas no cicatrizaron bien después de la lesión.
«ABCB5 permite a las células precursoras limbares sobrevivir, protegiéndolas de la apoptosis [muerte celular programada]», dice Markus Frank. «El modelo de ratón nos permitió por primera vez comprender el papel que desempeña ABCB5 en el desarrollo normal, y debiera ser muy importante para el campo de las células precursoras en general», según Natasha Frank.
Markus Frank esta trabajando con la industria biofarmacéutica para desarrollar un anticuerpo contra ABCB5 de grado clínico que cumpla con las autorizaciones reglamentarias en Estados Unidos. «Un solo laboratorio no puede realizar un estudio como éste», dice Natasha Frank, también afiliada al Instituto Harvard de Células Precursoras. «Integra genética, ratones con supresión génica, anticuerpos, trasplante: muchos conocimientos técnicos que para nuestra suerte se integraron de la mejor forma posible».
Fuente: www.medcenter.com
Fuente original: www.medicalnewstoday.com
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