![Antonio Gómez.](http://retinosis.org/img/posts/vision_31_gomez.jpg)
Valgan estos humildes renglones,- humildes por quien los escribe-, para hacer un homenaje a un gran hombre que nos ha dejado, Antonio Gómez, fundador de la Asociación de Retinosis Pigmentaria de Castilla-La Mancha.
Pese a su pérdida, nos ha dejado su legado que cultivó con tesón, honradez y entusiasmo, virtudes que le caracterizaron durante toda su vida. Trabajador incansable desde su infancia, simultaneaba su trabajo en el campo y en el casino que tenía la familia, con su asistencia a la escuela, consiguiendo entrar a trabajar en la Administración de Infraestructuras Ferroviarias.
Manchego de nacimiento y de vocación, salió de su pueblo, Chinchilla de Albacete, para la capital, para poder trabajar en la antigua Red de Ferrocarriles de España, en la Estación de Príncipe Pío. Pasó de una vida sencilla a ser un caballero en Madrid trabajando en las oficinas de Renfe donde ayudaba a todo aquél que lo solicitaba.
Diez años después, volvió a su amada tierra manchega, donde formó una familia con su querida Conchita, musa de sus numerosos y sentidos poemas. Juntos, sacaron adelante a sus cuatro hijos y les dieron una educación universitaria, algo que era muy difícil en aquélla época, teniendo que pluriemplearse para ello.
Pese a ser afectado de retinosis pigmentaria, era siempre el “manitas” en la casa y en los fogones, pilar esencial de su familia.
Inventor nato, siempre activo y generoso, consiguió con ese esfuerzo y tesón que siempre le caracterizaron a lo largo de toda su vida, trabajar al frente de su asociación, dedicándole su tiempo y su cariño. Fruto de este esfuerzo, fue crear el pasado año el I Premio Ciudad de Albacete a la investigación en Retinosis Pigmentaria, con el patrocinio del ayuntamiento de la ciudad.
Y valgan de nuevo estas sencillas palabras para cerrar este homenaje sin recordar su mayor triunfo y su mayor legado, el que nos ha dejado a todos sus amigos y a aquéllos que le conocieron, la lealtad con la que vivió porque en el fondo la importancia de la vida radica en la bondad del ser humano.