Aunque hace años que no puede ver nada más que algún destello de luz, Andrés Mayor tiene en su cabeza un mapa bastante detallado de Gijón y varios trucos que le ha dado la experiencia de convivir con una retinosis pigmentaria. Sabe, por ejemplo, que se encuentra en las inmediaciones del parque del Doctor Eguiburu Banciella, de El Natahoyo, por su olor a jazmín, y adivina –qué remedio– cuándo puede cruzar por un paso de peatones sin semáforos adaptados, que no pitan, por el sonido del tráfico.
Puedes leer el resto de la noticia en el siguiente link.