Unas gafas de realidad aumentada que pueden ayudar a personas con problemas de visión

Un equipo de investigadores de Microsoft ha modificado unas gafas de realidad aumentada Hololens para que personas con discapacidad visual puedan mejorar su relación con el entorno.

Estas HoloLens se enmarcan en el denominado ‘Proyecto Tokio’. Con ellas, los investigadores han desarrollado un sistema que permita reconocer en tiempo real a las personas que se encuentran alrededor del portador de las gafas de realidad aumentada.

Hololens_modificadas

En una reunión social, cualquiera de los participantes, incluso aquellos con ceguera o resto visual, puede ver quién está presente y dónde se ubican los demás.

Las gafas HoloLens tienen diversos sensores, que permiten reconocer el entorno y a las personas que hay en él, con el apoyo de sistemas de aprendizaje automático, así como con unos altavoces que transmiten la información a sus portadores.

De esta manera, y en tiempo real, con solo mover un poco la cabeza, las Hololens dirán el nombre de la persona que identifican, para que el portador sepa quién lo acompaña y dónde se encuentra situada esa persona.

Unas HoloLens modificadas permiten a las personas con discapacidad visual mejorar su interacción con el entorno social

Como explica la información publicada por Microsoft en su página oficial, «si el dispositivo detecta a una persona a un metro de distancia a la izquierda del usuario, el sistema reproducirá un clic que sonará como si viniera de un metro de distancia desde la izquierda. Si el sistema reconoce la cara de la persona, reproducirá el sonido de un golpe, y si el sistema conoce a la persona, anunciará su nombre».

Unas HoloLens modificadas permiten a las personas con discapacidad visual mejorar su interacción con el entorno social

Como explica la información publicada por Microsoft en su página oficial, «si el dispositivo detecta a una persona a un metro de distancia a la izquierda del usuario, el sistema reproducirá un clic que sonará como si viniera de un metro de distancia desde la izquierda. Si el sistema reconoce la cara de la persona, reproducirá el sonido de un golpe, y si el sistema conoce a la persona, anunciará su nombre».

Los esfuerzos de ‘Proyecto Tokio’ se dirigen a personalizar el sistema para que quien lo use pueda obtener del entorno la información que necesita.

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