El Grupo de AF en patología ocular del COF de Madrid ha elaborado una tabla con los principios activos más dispensados con información sobre la indicación, posología y efectos secundarios y consejos especiales para los pacientes.
Los colirios de diagnóstico en pruebas oculares son una de las dispensaciones que se realizan casi a diario en las farmacias comunitarias para ser usados en intervenciones oculares, fondos de ojo o lesiones en la retina. Para mejorar la dispensación de estos productos el Grupo de Atención Farmacéutica del COF de Madrid ha elaborado una guía, adelantada a CF, con todo lo que hay que saber de cada uno de ellos. Y es que, según explica Mª Asunción Garzás, farmacéutica en San Sebastián de los Reyes, Madrid, y una de las autoras del trabajo, «a pesar de ser un grupo de medicamentos muy prescritos y utilizados son muy poco conocidos por los farmacéuticos comunitarios». «De ahí la importancia de esta guía», apunta Ernesto Marco, farmacéutico y óptico en Alcorcón, Madrid, en la que además de informar sobre los principios activos de estos colirios, se resume cuáles son sus indicaciones y su posología e incluye un apartado de información para el paciente en el que se informa sobre el correcto uso de los medicamentos para evitar problemas posteriores.
«El 90 por ciento de los colirios que se usan para este tipo de pruebas pertenecen al grupo de los ciclopéjicos, midriáticos y anéstésicos», informa a CF Francisco Poyales, oftalmólogo de Sanitas y director médico del Instituto de Oftalmología Avanzada, de ahí que el trabajo se haya centrado en estos tres grupos de medicamentos. De todos ellos, apunta Marco, «el farmacéutico debería saber, al menos, cómo identificarlos, su aplicación sobre el paciente, su acción, los tiempos de duración y los efectos secundarios que pueden aparecer tras su uso».
Siguiendo esta recomendación, explica Garzás, «la guía informa, por ejemplo, de que los colirios anestésicos tienen categoría C de la FDA, por lo que deberían utilizarse con precaución durante el embarazo, al igual que en la lactancia». O de que en pruebas antidopaje «este medicamento puede dar resultados positivos, por lo que sería conveniente advertirlo al paciente en caso de que sea deportista».
Asimismo, añade, «estos colirios interaccionan con sulfaminas, por lo que es importante que durante la dispensación el farmacéutico esté en alerta del resto de medicamentos que pueda estar utilizando el paciente para evitar interacciones».
Sobre los consejos que se le pueden dar al usuario desde la oficina de farmacia, «proteger los ojos con gafas oscuras tras la intervención es el más importante».
Además, según se recoger en la guía de AF, «también es importante saber que tras el uso de atropina (midriático y ciclopéjico) es normal que la visión resulte confusa unos días, por lo que no se recomienda conducir ni realizar actividades peligrosas». En el caso de la oxibuprocaína (anestésico local) hidrocloruro, apunta, «tras su uso puede aparecer irritación cutánea, ojo rojo, lesiones oculares por la falta de lubrificación y excepcionalmente reacciones de hipersensibilidad».
En opinión de Marco, «es importante que el farmacéutico tenga conocimiento de estas advertencias y situaciones especiales para poder asesorar debidamente y no alarmar al paciente en caso de que acuda a la farmacia en busca de solución para alguno de estos problemas que están dentro de la normalidad».
ESTUDIO EN PACIENTES
Tras la elaboración de esta guía, las autoras van a poner en marcha un estudio en farmacias comunitarias de Madrid dirigido a analizar más en profundidad el conocimiento que tienen estos pacientes sobre estos colirios, su uso, indicación y contraindicaciones. Y es que, aunque no los han analizado, las autoras creen que existe desinformación en este sentido, al ser «medicamentos de uso esporádico y no crónico».
Fuente: www.correofarmaceutico.com