Los científicos han demostrado por primera vez que el trasplante de fotorreceptores sensibles a la luz (células nerviosas que bordean la parte posterior del ojo) en ratones con deficiencias visuales podía restaurar su visión.
Los investigadores inyectaron células de ratones sanos y jóvenes directamente en las retinas de ratones adultos que carecían de fotorreceptores funcionales. La razón es que la pérdida de fotorreceptores es la causa de la ceguera en muchas enfermedades de los ojos humanos tales como la degeneración macular asociada con la edad, retinosis pigmentaria o la ceguera relacionada con la diabetes.
Tras un período de 4 a 6 semanas, los investigadores observaron que las células trasplantadas funcionaban de la misma forma que los fotorreceptores normales y que habían formado las conexiones necesarias para transmitir información visual al cerebro.
No sólo eso, los científicos también probaron la visión de los ratones tratados en un laberinto con poca luz. Los ratones con células recién trasplantadas fueron capaces de utilizar una señal visual para encontrar rápidamente una plataforma escondida en el laberinto. Por contra, los ratones no tratados fueron también capaces de encontrar la plataforma oculta aunque en este caso por casualidad después de una extensa exploración del laberinto.
Así lo contaba el profesor Robin Ali, director de la investigación: “Hemos demostrado por primera vez que las células fotorreceptoras trasplantadas pueden integrarse con éxito en el circuito de la retina existente y realmente mejorar la visión. Tenemos la esperanza de que pronto seremos capaces de replicar este éxito con los fotorreceptores derivados de células madre embrionarias y con el tiempo en el desarrollo de los ensayos en humanos. Aunque hay muchos pasos más antes de que este enfoque esté disponible para los pacientes, podría conducir a tratamientos para miles de personas que han perdido la vista.