El lado oscuro del genoma

Hace algo más de un mes, The Wistar Institute publicó un artí­culo dónde se poní­a en entredicho algo que siempre se ha tomado como un dogma central en genética.

Este Dogma consiste en que el DNA se transcribe en RNA, y éste se traduce a proteí­nas. Eso es algo de lo que hemos hablado en más de una ocasión en el podcast de La Buhardilla 2.0.
Pues ahora esto parece estar un poco en entredicho, ya que a pesar de los grandes avances en genómica que se han hecho en los últimos años, se estima que aproximadamente un 95% ( que no es tonteria) del DNA tiene una función algo oscura, ya que no se traduce a proteinas. Es decir,aunque parece que todo el DNA cromosómico se transcribe a RNA, no todo este RNA es traducido en forma de proteí­nas. A estas cadenas de RNA que no se traduce se las conoce como RNA no codificable (ncRNA).

Pues un reciente estudio del instituto Wistar, publicado en la revista Cell, han descubierto la «habilidad» de estas largas cadenas de ncRNA para promover la expresión de genes, lo que significa que aunque ellos no son capaces (o directamente no deben) de traducirse a proteinas, sus transcripción como ncRNA actua como un potenciador de la expresión de proteí­nas por parte de un organismo vivo. De hecho estos estudios han demostrado algo que se sospechaba desde hace un tiempo, y es que no todo el DNA que se transcribe a RNA para dar como resultado una proteí­na.

La existencia de estos potenciadores de la traducción genética se conocí­a desde hace mucho tiempo, pero se habí­a pensado que estos potenciadores eran tambien proteinas, de forma que este estudio demuestra que no hace falta que estos ncRNA se traduzcan para que ejerzan su función, y esta puede ser la respuesta a las grandes regiones de DNA de las cuales no se conoce que proteí­na codifican.

En este reciente estudio, los investigadores del instituto Wistar ha localizado unas 3000 cadenas largas de ncRNA, peor estiman que el número de estos ncRNA debe estar entre 10000 y 12000 cadenas, un número que es comparable con el número de genes que codifican proteinas, que se sitúa en torno a 20000.

Además han descubierto que estas cadenas de ncRNA se encuentran situadas en su mayorí­a en regiones relacionadas con las células madre y con las células tumorales, de manera que abre una puerta interesante para la investigación futura, ya que la activación o desactivación de estos ncRNA puede ser util tanto para el estudio de celulas madres como en la lucha contra el cancer.

El doctor Ramin Shiekhattar, responsable de la investigación afirma: «Estamos muy emocionados con estos descubrimientos acerca de la verdadera naturaleza del DNA humano, primero porque una nueva clase de entidades genéticas han sido descubiertos, una nueva capa de regulación genética, y
segundo porque el descubrimiento permite conocer más acerca de estos potenciadores genéticos de los cuales se suponí­a su existencia pero no se conocí­a su naturaleza»

Además, el doctor Shiekhattar está convencido de que no sólo actúan como potenciadores, sino también como silenciadores, evitando la expresión de ciertos tipos de proteinas.

Una de las pruebas realizadas por el equipo del instituto Wistar fue eliminar una de estas cadenas, llamada ncRNA-a7 en células madres, y descubrieron que tení­a el mismo efecto que si eliminaban la expresión de la proteina Snai1, la cual está involucrada en la migración de las
células marde.

Otro de los experimentos fue insertar una de estas cadenas largas de ncRNA al lado del gen que codifica la luciferasa, que es la proteí­na responsable de la luz que emiten las luciérnagas, y vieron que la cantidad de luciferasa codificada era mucho mayor que en una célula normal.

De todas formas, aunque parezca que todo induce a la activación, no todas estas cadenas actúan de la misma manera aunque la mayorí­a sí­ lo hacen.

El siguiente paso del equipo de investigación del doctor Shiekhattar es descubrir el mecanismo por el que estas ncRNA actúan, lo cual revelará las aplicaciones que se podrán hacer de este lado oscuro del genoma.

Fuente del artí­culo: The Wistar Institute

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