En el bicentenario del nacimiento de su inventor, se celebran los avances conseguidos en el acceso a la información de las personas ciegas
Autor: Por AZUCENA GARCíA. El sistema braille permite a millones de personas en todo el mundo tener acceso al conocimiento. Mediante seis puntos en relieve que se combinan para formar palabras, las personas ciegas o con deficiencia visual pueden escribir y leer cualquier texto a través de las yemas de los dedos. Este año se conmemora el 200 aniversario del nacimiento de su creador y, por ello, se ha elegido 2009 como Año Internacional del Braille.
Son como pequeñas pulgas que saltan al azar en una hoja en blanco. Equilibristas sin red que caen sobre un folio con una misión especial: formar palabras. Los puntos del sistema braille han conseguido que millones de personas en todo el mundo tengan acceso a la información. Esquivan a los medios convencionales de comunicación y ofrecen alternativas accesibles a las personas ciegas o con deficiencia visual. Su creación se remonta al siglo XIX -entre 1825 y 1829-, cuando el francés Louis Braille ideó un sistema para acceder a la educación y a la cultura de forma escrita, «la apertura a la era del conocimiento y a la sociedad de la información», recuerda la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).
Esta metodología se fundamenta en la combinación de seis puntos en relieve -dos columnas paralelas de tres puntos cada una- que se perciben a través del tacto. Asimismo, mediante el uso de unas máquinas de escribir e impresoras especiales, las personas ciegas pueden redactar textos, tomar apuntes y, en definitiva, comunicarse. Una de las labores que realiza la ONCE es, precisamente, la donación de impresoras y máquinas de escribir en braille a países en vías de desarrollo. Se pretende que se conviertan en foco de cultura y educación en escuelas de América Latina, en los campamentos saharauis o en Sarajevo. «Y pronto serán una realidad en Tirana, Albania», añade la entidad.
Etiquetado y braille informático
Gracias al braille, las personas con deficiencia visual pueden leer un libro, una revista e, incluso, una página web. En total, la ONCE cuenta con más de 57.000 títulos en braille y sonido, a los que también se puede acceder a través de Internet. Además, presta apoyo a los estudiantes para la impresión de apuntes y otros textos. Para ello, se recurre a medios electrónicos e informáticos, como escáneres, reconocedoras ópticas de caracteres o impresoras braille.
Se busca el uso de este sistema en todos los ámbitos para que las personas ciegas logren la mayor autonomía posible. Así, en los últimos años ha conseguido hacerse un hueco en el etiquetado de medicamentos, envases de alimentación y limpieza, señalización de ascensores, folletos, catálogos o cartas de restaurantes «y otros servicios que, aunque parecen pequeños, facilitan enormemente la vida de las personas ciegas».
Fuente: Revista Consumer