
Isabel Gallardo Ponce 23/07/2008
La población ha de aprender a prevenir las patologías oftalmológicas durante el verano para evitar inflamaciones conjuntivales, quemaduras oculares y cáncer. Utilizar gafas de sol y de buceo, y crema con factor de protección son las principales medidas. Prevenir las patologías oculares es básico durante el verano.
Además de cuidar la piel en verano, también hay que prestar especial atención a los ojos. Las radiaciones solares se relacionan con la aparición de inflamaciones conjuntivales, cuadros de queratitis, o cáncer en la piel de los párpados y en los ojos. Además, «la degeneración macular asociada a la edad también puede exacerbarse por las radiaciones del sol», según ha explicado a DM Sofía García Sáenz, oftalmóloga del Hospital de Madrid Norte San Chinarro.
Puesto que en verano aumenta la práctica de deportes al aire libre, especialmente en las piscinas o la playa, aparecen frecuentemente conjuntivitis de tipo irritativo, especialmente en los niños.
Este grupo tiende a «tocarse los ojos, y al hacerlo pueden producirse una conjuntivitis por contaminación y en ocasiones pequeñas queratitis, lo que la convierte en una patología más importante». Es necesario concienciar a la población de realizar las medidas de prevención necesarias como no automedicarse cuando sientan molestias, y que consulten al especialista o al médico de primaria para resolver cualquier duda.
Por eso conviene aconsejar a los padres para que no dejen a los niños que se manipulen los ojos; «si les entra algo, que se laven bien con suero, y si van a estar en contacto con cloro o con agua de mar, que utilicen gafas para bucear».
Estas medidas están destinadas tanto a prevenir las infecciones como los traumatismos durante la práctica deportiva.
En el caso de los usuarios de lentillas, más susceptibles a padecer infecciones al utilizarlas en la piscina o en la playa, García recomienda utilizar gafas de buceo graduadas. Y en todos los casos, el uso de gafas que tengan un filtro homologado para evitar la radiación solar. «Las gafas no protegen más por ser oscuras. Al llevar unas lentes sin filtro y cristales oscuros se dilata la pupila y la radiación solar no tiene freno». Utilizar también gorras y viseras que protejan de la luz es otra de las recomendaciones que han de darse a la población.
Todas estas medidas, además de utilizar un factor de protección solar alto en la piel de los párpados, ayudará a prevenir la aparición de tumores basocelulares y melanomas.
Otra de las patologías relacionadas con el sol son las cataratas.«Su aparición es muy común en camioneros y conductores habituales, que pasan muchas horas del volante con el sol de frente, lo que provoca cataratas corticales anteriores y capsulares posteriores».
El aire acondicionado y las temperaturas del verano, además, producen sequedad ocular y sensación de cuerpo extraño, por lo que García recomienda el uso de colirios humectantes, que no «disminuyen nunca las lágrimas que se producen naturalmente y ayudan a elevar el confort visual en verano».