Para los diabéticos que no pueden o no quieren seguir el consejo de hacerse controles oculares de rutina, un nuevo estudio confirma la utilidad de una alternativa: ir a clínicas donde fotógrafos toman imágenes de la retina y las envían a los especialistas para su análisis.
Este tipo de control diagnóstico o screening «es una forma rápida, conveniente y rentable de identificar la retinopatía diabética», dijo el doctor Hugh Taylor, de la University of Melbourne, en Australia.
«Con la cámara adecuada, el personal de la clínica puede detectar cambios de manera segura y efectiva sin la presencia de un oftalmólogo en el lugar y evitando perder tiempo con las gotas para dilatar la pupila que alteran la visión durante horas después del estudio», dijo Taylor.
A comienzo de este año, un estudio sugirió que el 30 por ciento de los estadounidenses con diabetes por encima de los 40 años tendrían retinopatía diabética. Y algunas estimaciones revelan que sólo la mitad de los diabéticos consultan a un oftalmólogo regularmente.
Un informe de Australia estimó que si al 80 por ciento de los diabéticos se les controla la vista cada año, el país ahorraría anualmente 15 millones de dólares.
El equipo de Taylor revisó 20 trabajos de investigación que habían comparado la precisión de los exámenes oculares en esas clínicas con los exámenes personalizados de especialistas.
El screening remoto detectó el 83 por ciento de los casos de retinopatía, lo que Taylor consideró «muy bueno»; sin importar si el fotógrafo tenía o no entrenamiento médico.
Por otro lado, detectó falsamente un 12 por ciento de casos de retinopatía y los fotógrafos con menos entrenamiento fueron más propensos a cometer ese error.
Mientras que los falsos positivos pueden llevar a tratamientos y gastos innecesarios, el doctor Thomas Friberg, oculista del centro médico de la University of Pittsburgh, dijo que todo lo que necesitan los fotógrafos son un par de semanas de entrenamiento.
Eso los ayudará a localizar las zonas importantes del ojo para asegurarse de que estén en foco y que los especialistas puedan detectar cualquier problema.
Friberg, que no participó del estudio, dijo que los avances tecnológicos que aparecieron desde la realización del estudio probablemente mejoraron la precisión de los controles remotos.
«Siempre nos preocupó si la mayoría de las cámaras podría detectar una patología», dijo. Los resultados demuestran que el enfoque «funciona bastante bien en la mayoría de los casos».
FUENTE: Archives of Ophthalmology, 2010