
El futuro de la investigación médica se enfocará cada vez más en los datos electrónicos, posibilitando una menor dependencia de animales de laboratorio y muestras de tejidos. No obstante, el futuro más inmediato requerirá especímenes biológicos en mayores cantidad y calidad, para una amplia variedad de experimentos.
La anticipación de estas necesidades motivó la creación de muchos de los biobancos que se han puesto en marcha en Europa y el resto del mundo en la última década. Un ejemplo está en la necesidad de muestras sanguíneas por parte de un laboratorio farmacéutico para hallar los posibles efectos adversos a un tratamiento de individuos con perfiles genéticos específicos. También podría ser útil en investigación la recogida de muestras en diferentes momentos para medir cambios en biomarcadores específicos y poder comprobar los efectos del envejecimiento.
Por tanto, los biobancos deben servir a una amplia variedad de requerimientos y adaptarse a estándares comunes, según Alberto Orfao, de la Universidad de Salamanca: «En el futuro podrán coexistir diferentes tipos de biobancos, incluyendo tanto a los genéricos como a los pequeños, en función de factores como su propósito específico, los tipos de muestra y las colecciones agrupadas. En cualquier caso, lo que parece clara es la necesidad de que los diferentes biobancos trabajen bajo marcos armonizados a nivel mundial, de forma que se fomente y facilite la colaboración».
En ejemplos como la investigación de los efectos del envejecimiento, las muestras deberán convertirse en datos, lo que hará que los caros procesos de laboratorio deban desaparecer del panorama, «aunque eso será en el futuro y está lejos de la práctica actual, en la que aún es necesaria la recopilación de especímenes para facilitar la generación de datos adicionales», ha advertido Orfao. En esos días que vendrán un reto será «poder facilitar el acceso a los suficientes datos de largas series de individuos para que las investigaciones largas puedan conectarse con la información almacenada en las fuentes electrónicas».
El rápido avance de la ciencia obliga a la constante evolución de las instituciones que la desarrollan, y el futuro y está lejos de la práctica actual, en la que aún es necesaria la recopilación de especímenes para facilitar la generación de datos adicionales», ha advertido Orfao. En esos días que vendrán un reto será «poder facilitar el acceso a los suficientes datos de largas series de individuos para que las investigaciones largas puedan conectarse con la información almacenada en las fuentes electrónicas».
En un futuro a medio-largo plazo, el abaratamiento progresivo que ya estamos viviendo de la secuenciación genómica permitirá tener toda la información de un individuo archivadas en secuencias electrónicas, de forma que un investigador pueda comparar a un individuo con la población española o mundial. «En la predicción realizada, las secuencias electrónicas todavía convivirán con las muestras biológicas, pero no sabemos qué pasará dentro de cincuenta años», ha añadido Andrés García Montero, coordinador técnico del Banco nacional de ADN, en Salamanca, que dirige Alberto Orfao.
Biobancos del futuro
Como es lógico, la creación de biobancos electrónicos requerirá un gran esfuerzo. Pero mientras la comunidad de biobancos se hace con materias primas para crear los biobancos electrónicos del futuro, no puede olvidarse de seguir proveyendo muestras de especímenes para así alimentar a la investigación, puesto que «los actuales proyectos de estudio de la diversidad humana y la evolución o las enfermedades multifactoriales requieren de la disponibilidad y el uso de miles de muestras biológicas, junto con datos genéticos, información fenotípica, epidemiológica y clínica asociada al donante», según Orfao.
García Montero cree, no obstante, que para la creación de los biobancos del futuro (ver apoyo), habrá que desarrollar tanto la parte técnica como la bioética: «El avance de la tecnología obliga a lo ético-legal a ir a marchas forzadas. por eso son importantes los biobancos, los grupos de estudio en bioética y los consorcios internacionales».
«Entre las consecuciones clave de los biobancos está la promoción de la investigación del desarrollo de medicamentos, del tratamiento de complejas y multifactoriales enfermedades y de la medicina personalizada,reduciendo los plazos necesarios para desarrollar proyectos», ha dicho Orfao.
Impacto de la tecnología en los biobancos
Con el título Impacto de las nuevas tecnologías de genética y genómica en las actividades de los biobancos, Sant Feliu de Guixols, en Gerona, volverá a acoger en noviembre de 2009 la conferencia sobre biobancos de la Fundación Europea de la Ciencia, que en su edición del pasado año trató sobre los retos de la investigación.
El tema de este año viene como consecuencia de la conclusión que se extrajo en 2008: las tecnologías innovadoras explotarán muestras de biobancos en un futuro cercano.
Pero el biobanco del futuro no sólo se basará en las nuevas tecnologías sino también en aspectos como la estandarización: «Hay que estimular la actividad coordinada en nuestro campo en toda Europa», ha dicho Alberto Orfao, que ha señalado que el proyecto Infraestructura de Investigación Europea para Biobancos y Recursos Biomoleculares (Bbmri) es un ejemplo claro de cómo hacer las cosas. Además, «también son patentes las ventajas de su unión con la Red de Centros de Recursos Biomoleculares Globales de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica».
Noticia aparecida en el periódico Díario Médico de fecha 16/02/2009, firmada por David Rodríguez Carenas